La Ruta 4.0. Un camino de inclusión, resiliencia y transformación liderado por mujeres en movilidad humana
Actualidad, cooperación internacionalDurante dos años, La Ruta 4.0 ha acompañado a más de un centenar de mujeres en situación de movilidad humana en Cuenca, Ecuador. A través de formación, apoyo legal y redes de cuidado, el proyecto ha fortalecido su autonomía y liderazgo comunitario, tejiendo oportunidades allí donde antes había incertidumbre.
Con un enfoque integral y feminista, el proyecto La Ruta 4.0 ha demostrado que otra forma de cooperación es posible: una basada en el compromiso mutuo, la justicia social y el protagonismo de las mujeres. Esta es la historia de un proceso que deja huella más allá de sus cifras.
Los últimos dos años, La Ruta 4.0: fomento de la inclusión social integral de mjueres en situación de vulnerabilidad social, con especial incidencia en procesos de movilidad humana en Cuenca – Ecuador se ha consolidado en Cuenca como una iniciativa clave de cooperación internacional orientada a la inclusión social y el empoderamiento de mujeres en situación de movilidad humana. En un contexto marcado por la llegada de más de 500.000 personas migrantes venezolanas y 150.000 colombianas a Ecuador, el proyecto ha apostado por poner en el centro las voces, capacidades y derechos de quienes migran, construyendo oportunidades desde la formación, el acompañamiento integral y la articulación comunitaria.
Desde su puesta en marcha en 2023, La Ruta 4.0 ha acompañado a 132 personas, principalmente mujeres provenientes de Ecuador, Colombia y Venezuela, a través de itinerarios personalizados de formación, asesoría legal, salud psicosocial y espacios de fortalecimiento colectivo. Donde participaron activamente en sesiones orientadas al emprendimiento, las competencias digitales y la empleabilidad, ampliando sus capacidades y su autonomía económica.
Además, el proyecto brindó atención legal en temas civiles, de extranjería y de familia, así como apoyo en salud emocional, con un 90% de beneficiarias que reportaron mejoras significativas en su bienestar. Acciones como estas han contribuido a reducir barreras estructurales y generar redes de apoyo entre mujeres que comparten trayectorias marcadas por el desplazamiento, la exclusión y la búsqueda de nuevas oportunidades.
Un puente entre territorios: cooperación desde el compromiso y la reciprocidad
La Ruta 4.0 ha sido también un espacio de encuentro y aprendizaje entre organizaciones y territorios. En febrero de 2025, una delegación de Mensajeros de la Paz – Ecuador visitó València (España) para visibilizar los logros del proyecto y establecer alianzas con instituciones valencianas. Durante la visita, se realizaron encuentros con la Coordinadora Valenciana de ONGD, la Universitat Politècnica de València y representantes de la Generalitat Valenciana, entre otros actores clave.
Uno de los hitos fue la participación en una mesa redonda sobre emprendimiento social, donde se reflexionó sobre los desafíos que enfrentan las mujeres migrantes en Ecuador y se compartieron experiencias transformadoras desde Palestina, Túnez y el ámbito universitario. Las intervenciones destacaron la importancia de generar medios de vida sostenibles, reducir brechas de género en sectores como la tecnología y fomentar el cooperativismo como herramienta de inclusión.
Durante mayo y junio, representantes de ACOEC y Jovesólides viajaron a Cuenca para continuar el acompañamiento técnico, visitar centros educativos vinculados a proyectos paralelos y reforzar los vínculos institucionales y comunitarios. Una reunión interinstitucional entre las tres organizaciones socias permitió evaluar los avances del proyecto y trazar líneas estratégicas para su sostenibilidad futura.
Más que formación: redes, cultura y liderazgo
Además de los contenidos formativos, La Ruta 4.0 impulsó dinámicas que fortalecen el tejido comunitario y el liderazgo colectivo. Desde encuentros de cocina y visitas culturales hasta espacios de diálogo intercultural, el proyecto promovió el sentido de pertenencia, la expresión colectiva y la consolidación de redes de apoyo sostenibles entre mujeres diversas. Estas acciones permitieron construir comunidad desde lo cotidiano, reconociendo el valor de compartir saberes, cuidarse mutuamente y generar espacios seguros para el desarrollo personal y colectivo.
Un cierre que abre caminos: hacia una cooperación transformadora
A modo de cierre, La Ruta 4.0 deja como legado más de 130 historias de vida atravesadas por la movilidad, la lucha y la esperanza. El proyecto ha contribuido no solo a mejorar las condiciones materiales de las mujeres participantes, sino a impulsar su empoderamiento individual y colectivo, fortaleciendo redes de apoyo mutuo y promoviendo liderazgos comunitarios sostenibles. Las acciones desarrolladas han abierto diversas oportunidades para acceder a medios de vida dignos, gracias a itinerarios personalizados que combinan formación técnica, desarrollo de habilidades digitales, herramientas para el emprendimiento y procesos de acompañamiento psicosocial y legal.
Más allá de los resultados cuantificables, La Ruta 4.0 ha demostrado el potencial transformador de una cooperación internacional basada en la reciprocidad, la participación activa y la mirada feminista. Desde ACOEC, Mensajeros de la Paz – Ecuador y Jovesólides, reafirmamos nuestro compromiso con un modelo de cooperación descentralizada que sitúe en el centro a las personas y territorios protagonistas del cambio. Como expresó una de las participantes del proyecto en uno de los encuentros comunitarios realizados en Cuenca: «Mujeres que se mueven, que luchan y que inspiran. En La Ruta 4.0 hemos caminado juntas sembrando oportunidades y construyendo comunidad. Porque el futuro se transforma cuando nadie camina sola.»
El proyecto La Ruta 4.0 ha sido impulsado por la organización ecuatoriana Mensajeros de la Paz, en alianza con ACOEC y Jovesólides, y ha contado con el respaldo de la Generalitat Valenciana a través de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Servicis Socials, Igualtat i Vivenda.